Hace unos años entendí que esta no es la mejor época para hacer balances pero… es casi inevitable.
En lugar de evaluar las cosas buenas y malas que me sucedieron a lo largo del año decidí que esta vez usaría este espacio para agradecer a la gente que me acompaña a lo largo de la vida.
En tren de agradecer pondría en primer lugar a mi madre, que me dio la posibilidad de vivir en una familia tan disfuncional como maravillosa, si bien no me dedico todo su tiempo, me dio una educación llena de valores y de enseñanzas de vida que aplico cada día.
A mis abuelos, ya ausentes, por la paciencia y el amor; a mi tía por ser mi segunda madre y tratarme como a su propia hija hasta el día de hoy; a mi hermana por darme la oportunidad de reconstruir el vinculo y darme dos sobrinos maravillosos; a Juan por darme una familia propia y a la medida poblada de hijos y por amarme incondicionalmente a pesar de todo.
A mis hijos por hacer que cada día sea un desafío a Rosario, mi hija del corazón por enseñarme que un poco de amor puede cambiar una vida.
A mis amigos por su paciencia, sus horas y sus mates.
A mis conocidos, colegas, y compañeros de trabajo por hacer que ame lo que hago cada vez mas.
A todos los que comparten estas palabras por estar del otro lado.
Buen año!